- La llave. Los clientes proporcionan los datos y los permisos necesarios para acceder a una información enormemente valiosa, por ello es tan importante recompensar adecuadamente ese valor entregado. La diferencia entre tener acceso o no a esa información es la que existe entre estar dentro o estar fuera. Ese permiso es la llave que permite el acceso.
- La brújula. La caja registradora mide cada día el éxito comercial de un negocio. El número de clientes que se han acercado a un establecimiento, también. Los ratios surgidos de esas dos variable son métricas de toda la vida. Pero para un verdadero seguimiento de la efectividad se necesitan indicadores más detallados que nos hablen de frecuencias, comportamientos y evolución de interacciones (reales, no simplemente estadísticos), que permitan crear cuadros de mando y tomar las mejores decisiones en tiempo real.
- La balanza. Cada inversión, cada acción, cada contacto, tiene un efecto que podemos conocer o ignorar. La intuición es válida, pero la intuición bien informada es mucho mejor. En un platillo los costes, en el otro los beneficios. Conocer el ROI global y por campaña es esencial para tomar decisiones.
- El telescopio. Mirar más allá permite anticipar resultados y ver con tiempo las posibles consecuencias de cada decisión. La realización de análisis tanto evolutivos como predictivos, capaces de explicar los detalles y prever las grandes tendencias, es una de las grandes capacidades ofrecidas por los datos.
- El mapa. Segmentación estratégica, customer journeys, scoring de engagement, preference center, se trata de técnicas de gran valor prácticamente imposibles de operar sin acceso directo a los datos de los clientes. Poder trazar el perímetro del espacio competitivo a partir del comportamiento de los clientes y llenarlo con detalles que enriquecen las capacidades de actuar en el mercado significa visualizar el mapa de operaciones y disponer de las herramientas para modificarlo.
- La red de conexiones. Interacciones, respuestas, visitas, compras, canales de contacto, seguidores en redes, recomendadores… Crear una verdadera red de contactos y conexiones y alimentarla con contenidos de valor es un activo imprescindible para apalancar la propuesta de valor de cualquier compañía. Especialmente ahora que la era de las cookies sin control ha terminado.
- La lupa. Lo de marketing one to one fue un nombre afortunado mucho más complicado de implementar cuando aparecieron los canales digitales y las redes sociales. Uno a uno significa personalizar, y hacerlo de forma automatizada cuando tus clientes son millares o incluso millones. La lupa es esa capacidad para mirar a cada uno según su propia actividad y preferencias, esa capacidad que solo una base de datos de cliente puede proporcionar.
Transforma clientes en fans: estrategias, consejos y tendencias para una fidelización duradera.
7 beneficios de las bases de datos de clientes
La ventaja competitiva que tiene para una empresa mantener y explotar su propia beneficios de las bases de datos está ya fuera de toda discusión y por tanto hablar del impacto de una estrategia de datos sobre los resultados comerciales es caer (casi) en una obviedad. Otra cosa es cómo de efectiva es la implantación de esa estrategia y cuáles son los costes/beneficios de estas operaciones, porque ya sabemos eso de “del dicho al hecho…”
En este artículo vamos a hablar del uso instrumental y los beneficios concretos que pueden y deben hacerse efectivos con una adecuada gestión de los datos, y que son esenciales para aflorar todo su potencial. Para movernos y tener éxito en la complejidad creciente del mercado necesitamos esos instrumentos que los datos, y a veces solamente ellos, pueden proporcionarnos. ¿Cuáles son?
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